sábado, 31 de julio de 2010

Maradona, Chávez y Kirchner

Maradona en fútbol es Kirchner en política.
Están los que ven a Maradona como lo menos previsible que pueda haber en el planeta, entonces ser opositor institucionalista es estar contra Maradona. La Presidenta llamó para solidarizarse con el 10 y entonces ser maradoniano es ser kirchnerista.

En medio de todo el terremoto de la Selección, el 10 apareció junto a Chávez cuando el venezolano anunció que rompía relaciones con Colombia y que, a partir de las provocaciones de Alvaro Uribe, había peligro real de un conflicto armado. El Diego estaba allí, en Venezuela, en la televisión, justo al lado de Chávez, justo en el epicentro del huracán. Grande el Diego, siempre en el área. Y Chávez es otro irredento de lo políticamente correcto.

En el planeta, todo el mundo estaba atento a Venezuela y Chávez. Y allí estaba Maradona. Volvió al día siguiente a la Argentina y más pasto para las agencias de noticias cuando mandó por el caño a Grondona y a Bilardo. Maradona tiene argumentos, pero la mayoría no se fija en ellos sino en los modales. Es como el refrán del Mayo Francés: “Cuando el dedo señala a la luna, todo el mundo mira el dedo”.

Le lloverán críticas por aparecer junto a Chávez, pero lo real era que el venezolano estaba respondiendo a una provocación de su colega de Colombia. En todas las supuestas pruebas que presentó Uribe a la OEA, los delegados de los gobiernos latinoamericanos no encontraron una que demostrara que existen fuerzas guerrilleras en territorio venezolano con respaldo de Chávez. Maradona estaba en el lado correcto. Lo peligroso hubiera sido al revés, que estuviera con Uribe poniendo a la región al borde de una guerra.
Le podrán criticar que aparezca junto a Chávez, pero es difícil que alguna vez critiquen a Maradona por hacer lo mismo con la Sociedad Rural.

El acto del lunes, con la oposición reunida en la Rural, puso de manifiesto que fuera de ese contexto aparecen con una desnudez impúdica. La Sociedad Rural no representa a ningún sector postergado. Se trata de una corporación que ha representado históricamente a uno de los sectores más reaccionarios del poder económico y, por lo tanto, esa foto quedará como una expresión de la época y deslegitimará frente a la historia la propuesta que haya surgido de ese contexto.

A muchos les parece natural acusar a Maradona por aparecer en la foto junto a Chávez. Pero esa otra foto que refleja subordinación a una corporación elitista y conservadora, a otros muchos les pareció de lo más normal.
Más allá de los viejos conservadores de la década infame, pocas veces en la historia hubo políticos que se atrevieran a exponerse así. Estaban discutiendo sus propuestas para el campo en la casa de los terratenientes y haciendo esfuerzos por complacerlos. Se expusieron en la vidriera con la etiqueta a la vista. El mensaje es que van a defender los intereses de los grandes productores del campo.

En otras épocas, a los políticos les hubiera dado vergüenza asistir; y la Sociedad Rural no se hubiera arriesgado a invitarlos.
La Sociedad Rural, con Hugo Biolcati, se ha convertido en el gran protagonista de la oposición.
Fuente: Casi mitos

lunes, 19 de julio de 2010

La Maldita Policía

UNA MIRADA DIALÉCTICA DE LAS CAUSAS Y SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LA INSEGURIDAD.


Huelgan las palabras para describir la inutilidad de las fuerzas policiales para cumplir sus elementales tareas.
¡Que huérfanos de musas inspiradoras han quedado quienes se atrevan a abordar el genero literario de la novela policial.!
Lejos del genial Sherloock Holmes, nuestros sabuesos han demostrado que sólo tienen olfato para la muzzarela y los delitos de la prostitución y el narcotráfico, claro que en estos casos como socios del crimen.
Las autoridades políticas, muestran su inaniedad de recursos para conducir a los delincuentes de uniforme.
Estas líneas no intentan teorizaciones sobre criminología, ni recetas contra la inseguridad, porque sus autores no tienen el conocimiento para brindarlas.
Sin embargo, sumando todos los casos irresueltos de investigación, prevención y represión del delito, resulta evidente que los agentes del órden vernáculos, únicamente sirven para reprimir protestas estudiantiles, sociales o desórdenes en recitales, sin siquiera lograr los básicos fines de dispersión de la multitud, pese a que en sus fallidos intentos, siempre despuntan su vicio de golpear salvajemente a individuos desarmados.
A la lista de fracasos policiales debe agregarse la impunidad y el escándalo en el procedimiento, que incluye sospechar a las propias víctimas, citando por caso, el del padre de la niña Sofía, detenido y sospechado al igual que ocurrió con Fernando Pomar durante estos 24 días.
Que decir del destino del testigo Julio López. O de José Luis Cabezas. O de la Masacre de Ramallo. O el crimen de Kosteky y Santillán. Siempre la maldita policía involucrada directa o indirectamente. Imposible no sumar a la lista las vinculaciones en el caso AMIA en donde se sospecha del Comisario Palacios, devenido en la respuesta del Jefe de Gobierno Porteño para garantizar seguridad a sus vecinos.
Y entonces, frente al reclamo incesante de sectores de la población clamando ¡ SE-GU-RI-DAD, SE-GU-RI-DAD¡ resulta una obviedad concluir que no puede esperarse un éxito en la materia, contando como sujetos activos de las medidas reclamadas a estos agentes impresentables.
¿Cuantas muestras mas se precisan para saber que quienes deben garantizar la seguridad, no saben absolutamente nada sobre el tema, ni son idóneos y además están involucrados en los peores crímenes que deberían combatir.?
No se trata de razones ideológicas de izquierda o derecha, como podría suponer un análisis sobre las causas del delito; o la necesidad (o vocación) de algunos sectores de reprimirlo a costa de cualquier medio.
Se trata simplemente del análisis de la segunda opción, no respecto de su legitimidad ética, sino de su efectividad, aún prescindiendo de la exégesis moral.
Darle mas poder de fuego o de operatividad a los elementos policiales, es como darle un cuchillo a un simio, que sin dudas atacará a cualquiera, incluido su amo.
Es inconsistente cualquier argumento que se dirija únicamente contra las autoridades civiles para fundar el descontrol de estas fuerzas, puesto que las condujeron desde menemistas fiesteros, hasta militares fascistas como el caso Rico, llegando a recontras derechosos como Macri, que se topa desde el inicio con el nada fino de Palacios y sus escandalosos espionajes sin poder controlarlo.
Tampoco resultaron acertadas las políticas cuasi-progresistas como las intentadas por Arslanian, Juanpi Cafiero, entre otros.
Es notorio que no depende de la conducción política, ni judicial, porque no esperarán que un ministro reemplace al custodio de una sucursal bancaria mientras este manda mensajes de texto en vez de estar atento a la circulación de personas.
Se podrá decir que las fuerzas deben ser purgadas, pero resulta a todas luces una tarea, por lo menos, sumamente extensa en tiempo que no evacuará las necesidades urgentes de los atemorizados clamantes de seguridad.

Los brutos, cometen un sin fin de equivocaciones, entre otras, adherir con facilidad a cualquier consigna facilista, arreados por sus miedos y por los medios de comunicación masivos. Sin embargo, tampoco salen a asesinar a mansalva, a tontas y a locas.

Fuente: A propósito de los Pomar y la Maldita Policía

martes, 13 de julio de 2010

Solo para Blogueros

Google permite que a nuestros blogs lleguen presuntos mensajes que, en realidad, son efectuados por los Robots Spammers.

El recurso de "Aprobación de comentarios" los dificulta.
La "Palabra de verificación" es molesta para quien deja un mensaje.

No se trata de ignorancia sobre como combatirlos ni de incapacidad. Han dado pruebas fehacientes de ser los mejores y más capacitados en otros ítems.
¿Por qué no nos facilitan las IP para bloquearlas?

¿Dejadez?
¿No saben que ocurre diariamente?
¿No les importa?
¿Han pactado con nuestros enemigos?

¡¡Tengo el escroto rozando la corteza terrestre!!
(Traducción para los menos informados: "Tengo las bolas por el suelo").

Espero sus comentarios.

Mi mejor amigo es el que enmienda mis errores o reprueba mis desaciertos. =José de San Martín=

sábado, 3 de julio de 2010

Memoria u olvido


Ya sabemos eso de que en nuestro país muchos sostienen que a la historia no hay que revisarla, hay “que mirar para adelante”. Esa conducta que los argentinos tenemos desde las primeras traiciones históricas a los principios de mayo es una de las causas de la impunidad, los crímenes y/o negociados.

Negar la historia es nada más que un oportunismo circunstancial que se paga. La Historia de los pueblos debe estar basada en la Etica.
Vamos a tratar hoy el caso de tres símbolos manipulados por el poder y el oportunismo. Uno de ellos es el gorro frigio de nuestro escudo nacional, que llevaba la marca de Belgrano y que modificó el general Mitre –quien usó y escribió nuestra historia en su provecho–. Tanto en la bandera primigenia como en el escudo aparece la borla incaica como remate del gorro”.

“La Asamblea del año 1813 confió el diseño del escudo al platero y grabador Juan de Dios Rivera, quien había participado en la rebelión de Túpac Amaru. Refugiado en Buenos Aires, Rivera americaniza el gorro frigio y la Asamblea del año 1813 lo acepta. Es la misma borla que hoy usan los pueblos originarios del Noroeste y del Altiplano como remate de las orejeras de sus gorros. Y Rivera decidió vestirlo de acuerdo con la cosmovisión americana. De esa forma, nuestro escudo surgió al ideario de Túpac Amaru”.
“En el Bicentenario es hora de un nuevo descubrimiento, es hora de que regrese la borla incaica al Escudo nacional. Debemos enmendar la amputación ideológica que autentifica la presencia originaria e invisibiliza nuestra pertenencia a Latinoamérica. Debemos restaurar el valor simbólico y de integración continental de nuestro escudo nacional original, tal como fuera diseñado en 1813”.

Sí, volver a lo legítimo y no aceptar correcciones “progresistas” de los que querían demostrar que todos los argentinos somos blancos.

El otro proyecto corresponde a la ciudad de Buenos Aires y a su bandera. La que existe actualmente se debió a la misma que fue iniciativa del concejal radical García Arecha y ya había estado en los deseos del intendente de la dictadura militar de la desaparición de personas, el brigadier Cacciatore. Fue aprobada por el Concejo Deliberante por voto de los radicales y justicialistas y rechazada por el Frente Grande. Por el mismo se aprobó nada menos que la bandera del conquistador Juan de Garay. Tiene la corona de Castilla y León, una cruz sangrienta que representa a la poderosa orden militar y religiosa española de Calatrava, que luchó contra los llamados “infieles” y un águila imperial con cuatro pichones que representan las ciudades fundadas en el Virreinato del Río de la Plata.
Cuando fue aprobada, la opinión general fue que los que la apoyaron eran los representantes de la “bandera de Cacciatore”. Y es justo el calificativo, porque esa bandera que tenemos actualmente en nuestra ciudad no refleja de ninguna manera lo que debe ser el emblema de una ciudad, no condice con lo multirracial que es su población y ni siquiera con algunos de los conceptos de los pensadores de Mayo. La diputada Naddeo propone algo bien democrático, que para la nueva bandera se haga un concurso en que participen los alumnos de establecimientos educativos y culturales, así como centros culturales y organizaciones sociales.
Es decir, una forma absolutamente democrática. Porque es seguro que se elegirá el proyecto de una bandera que represente verdaderamente a esta Buenos Aires, con su historia tan discutida, que va de las represiones obreras de Roca a la Semana Trágica de Yrigoyen y a los desfiles militares de las dictaduras. Un proyecto que triunfe sobre la base de aprender de la historia para un porvenir de generosidad.

Nada más que un símbolo, pero una aberración cacciatoriana que hay que lavar, para limpiarnos de las vergüenzas y proponer futuros con ideales.

Todo esto nos lleva a otra realidad. Y voy directamente a la figura de un represor de extrema crueldad que al parecer, con sus “enseñanzas”, está siempre presente en la actualidad argentina. El coronel Ramón L. Falcón, un indigno represor de extrema cobardía. Digo esto último por la matanza que llevó a cabo, siendo jefe de la Policía, en el acto del 1º de mayo de 1909, cuando ordenó primero atacar a tiros, sin aviso, a las manifestaciones obreras que iban a la Plaza Lorea a recordar a los Mártires de Chicago.
Pues bien: la segunda calle más larga de Buenos Aires sigue llamándose “Coronel Falcón”, desde 1910. Ningún gobernante ha sido capaz de cambiar esa denominación, como lo pidieron los vecinos de Floresta que quitaron el nombre de Coronel Ramón Falcón a la plaza allí existente. Mucho peor todavía: el instituto donde se forman los oficiales de la Policía lleva el nombre nada menos que de Ramón Falcón. Después no sabemos cómo explicarnos lo del gatillo fácil, esos crueles crímenes que sigue cometiendo nuestra policía en las calles de todas nuestras ciudades.

Símbolos. Pero que influyen en la vida democrática. Limpiemos también esa memoria tergiversada.
Nota completa: La memoria tergiversada



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