Un político, en plena campaña, llegó a un pueblo del interior, se paró arriba de un cajón y comenzó su discurso:
-¡Compatriotas, compañeros, amigos! Nos encontramos aquí convocados, reunidos o arrejuntados, para debatir, tratar o discutir un tópico, tema o asunto trascendente, importante o de vida o muerte. El tópico, tema o asunto que hoy nos convoca, reúne o arrejunta, es mi postulación, aspiración o candidatura a la Intendencia de este municipio.
De pronto una persona del público interrumpe, pide la palabra y le pregunta al candidato:
- ¿Por qué utiliza usted tres palabras para decir lo mismo?
- Pues mire, caballero: la primera palabra es para las personas con un nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, filósofos, etc. La segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted y la mayoría de los que están aquí hoy. Y la tercer palabra es para las personas que tienen un nivel cultural bajo como por ejemplo, ese borracho que está allí, tirado en la esquina.
De inmediato, el borracho, se levanta y le dice:
- Postulante, aspirante o candidato... ¡hic! El hecho, circunstancia o razón de que me encuentre en un estado etílico, borracho o hasta el culo... ¡hic! no implica, significa, o quiere decir, que mi nivel cultural sea ínfimo, bajo o jodido… ¡hic!. Y con todo el respeto, estima o cariño que usted se merece ¡hic!, puede ir agrupando, reuniendo o arrejuntando... ¡hic!, sus bártulos, efectos o cachivaches... ¡hic! y encaminarse, dirigirse o irse, derechito: a la progenitora de sus días, a la madre que lo llevó en su seno, o a la puta que lo parió.
¡¡Qué maravilla la lengua castellana!!
lunes, 17 de octubre de 2011
martes, 11 de octubre de 2011
lunes, 3 de octubre de 2011
Investigaciones
En un ejercicio conjunto entre agencias de seguridad e inteligencia, Rusia, EEUU, Israel y Argentina compiten en una serie de pruebas para demostrar la capacidad de cada organización.
El dia final de la competencia, se dan las instrucciones del ejercicio:
Ahora -dicen los jueces- la tarea consiste en encontrar este conejo blanco en el medio del campo, utilizando todos los medios a su alcance.
Da comienzo al ejercicio el equipo de la KGB. Un juez suelta el conejo, y 5 minutos después comienza la búsqueda. Se suben a un helicóptero, y a los 10 minutos vuelven con el conejo. Los jueces toman nota y pasa el siguiente equipo.
Les toca a los de la CIA, sueltan el conejo y 5 minutos después comienza la búsqueda. Se suben a un todoterreno y a los 8 minutos vuelven con el conejo. Los jueces anotan el tiempo y los felicitan.
Es el turno del Mossad. Sueltan el conejo y 5 minutos después comienza la búsqueda. Al cabo de 6 minutos, vuelven los expertos con el conejo. Son felicitados por sus colegas y los jueces anotan el tiempo.
El equipo argentino es el último. Sueltan al conejo y 5 minutos después comienza la búsqueda. Un equipo de agentes de la SIDE y policías bonaerenses corren hasta un árbol y a los 3 minutos vuelven arrastrando un chancho todo golpeado que dice:
- ¡Está bien está bien!, yo soy un conejo, pero por favor ¡¡no me peguen más!!
Quizá sea un chiste, pero recuerdo el Caso Pomar y el Caso Candela entre otros.
El dia final de la competencia, se dan las instrucciones del ejercicio:
Ahora -dicen los jueces- la tarea consiste en encontrar este conejo blanco en el medio del campo, utilizando todos los medios a su alcance.
Da comienzo al ejercicio el equipo de la KGB. Un juez suelta el conejo, y 5 minutos después comienza la búsqueda. Se suben a un helicóptero, y a los 10 minutos vuelven con el conejo. Los jueces toman nota y pasa el siguiente equipo.
Les toca a los de la CIA, sueltan el conejo y 5 minutos después comienza la búsqueda. Se suben a un todoterreno y a los 8 minutos vuelven con el conejo. Los jueces anotan el tiempo y los felicitan.
Es el turno del Mossad. Sueltan el conejo y 5 minutos después comienza la búsqueda. Al cabo de 6 minutos, vuelven los expertos con el conejo. Son felicitados por sus colegas y los jueces anotan el tiempo.
El equipo argentino es el último. Sueltan al conejo y 5 minutos después comienza la búsqueda. Un equipo de agentes de la SIDE y policías bonaerenses corren hasta un árbol y a los 3 minutos vuelven arrastrando un chancho todo golpeado que dice:
- ¡Está bien está bien!, yo soy un conejo, pero por favor ¡¡no me peguen más!!
Quizá sea un chiste, pero recuerdo el Caso Pomar y el Caso Candela entre otros.
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