domingo, 14 de febrero de 2010

¿El huevo o la gallina?

Hace unos días conversábamos sobre la asignación familiar por hijo ($180) que el gobierno argentino otorgó a las familias.
Inmediatamente hubo un brote inflacionario, especialmenten en la carne, que manejan grupos monopólicos.

Según César, la Presidente "se había adelantado" a los aumentos de precios, permitiendo a las familias de menores recursos, mantener su canasta familiar.

Según mi postura, Cristina F. de Kirchner otorgó la asignación por hijo por dos razones elementales:
Captar votos en las elecciones del 2011, y bloquear la política clientelista de Duhalde y sus punteros.

Inmediatamentelos grandes productores agropecuarios (que de autodefinen el campo, y tuvieron parado el país durante 4 meses en 2009), aprovechan que quienes reciben la asignación tienen mayor poder adquisitivo; y generan una maniobra de desabastecimiento y aumento en los precios.

En otro blog puede leerse:

La inflación está causada por los que "inflacionan"

El positivismo decimonónico pretendía asimilar las ciencias sociales a las ciencias naturales y de allí que concebía a las sociedades como un "organismo".

Marx no podía sustraerse al espíritu de época, si bien y no obstante establecer "leyes" y hablar del proceso "histórico natural" es quien analizó por primera vez con profundidad la internvención de los sujetos en proceso económico en tanto clases sociales.

Hay una tendencia en cierta "ciencia económica" a concebir a los fenómenos socio económicos como fenómenos naturales, de suerte tal que el desempleo o la inflación serían acontecimientos tales como la lluvia o los huracanes.

Quien alcanza el paroxismo en estas cuestiones es el monetarismo que cree ver en la inflación un problema de oferta monetaria y de emisión de moneda.

El keynesianismo apunta al crecimiento de la demanda agregada y no la ve como un fenómeno necesariamente vicioso salvo que exceda ciertos límites.

Pero lo que está en el fondo de todo este fenómeno es lo elegantemente se llama "puja distributiva" y que Marx llamaba "lucha de clases".

Sin pretensiones de ser economistas, sabemos que la moneda, los precios, los bienes, los servicios son instrumentos.

Y que detrás de ese carácter instrumental existe un sistema llamado capitalismo cuyo objetivo es incrementar continuamente la tasa de ganancia de sus sectores dominantes.

Algún economista mediático que suele hablar por el canal C5N, y por ende insospechable de marxismo y/o populismo lo dijo claramente hace pocos días al referirse a la crisis de los llamados PIGS (sigla en inglés con la que se alude a Portugal, Irlanda, Grecia y España) y las recomendaciones del FMI para "salir de la crisis".

Estos países puestos en reiteradas ocasiones como "ejemplo" están atados al euro dada su pertenencia a la Comunidad Económica Europea, lo que les impide, al carecer de moneda propia, devaluar o ensanchar la base monetaria.

El Consejo del organismo internacional, nada original por cierto, fue: "deben reducir salarios" hecho que mereciò la siguiente reflexión del canal de Haddad:
"Hay dos formas de solucionar el problema para mantener la tasa de ganancia: vía desocupación o reducción de salarios, o vía inflación o devaluación"
Cuando Hugo Chávez utilizó métodos coactivos contra ciertas cadenas comerciales para enfrentar la crisis inflacionaria de Venezuela fue duramente criticado, pero sin entrar a considerar si fue acertado o errado lo que hizo Chávez ¿no sería atinado preguntarse quien aumenta los precios, o sea, quien "inflaciona" en vez de seguir tratando al fenómeno como algo abstracto y tan inmanejable como la lluvia o los huracanes?

3 comentarios:

Anahí M. LLanes. dijo...

Coincido plenamente y agrego que intentar tratar la desocupación y la inflación como "fenómenos naturales" es análogo a creer que la injusticia que provoca el sistema capitalista es un precio que irremediablemente los menos afortunados (que como dijo Marcos, es la mayoría de la población mundial) tenemos que pagar para que este modo de ¿vida? y producción siga marchando.

"Hace cinco siglos nació este sistema, que universalizó el intercambio desigual y puso precio al planeta y al género humano. Desde entonces, convierte en hambre o dinero todo lo que toca. Para vivir, para sobrevivir, necesita la organización desigual del mundo como los pulmones necesitan del aire"
Eduardo Galeano.

Anónimo dijo...

aca son zurdos?????

Reinaldo Larroudé dijo...

Escribo con la derecha, pero no borro con el codo lo expresado.
Adhiero a quien refuta -con argumentos válidos- opiniones diametralmente opuestas.

Y si reconozco que mi postura estaba equivocada, lo acepto públicamente.
Aprendí que Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas. ·Albert Einstein