domingo, 21 de junio de 2009

El sacerdote y el taxista

En un pueblo, había dos hombres que se llamaban igual: Joaquín González.
Uno era sacerdote y el otro era taxista.

Quiere el destino que los dos mueran el mismo día. Entonces llegan al cielo, donde les espera San Pedro, que le pregunta al primero que se presenta:

- ¿Tu nombre?
- Joaquín González
- ¿Sacerdote?
- No, no; el taxista

San Pedro consulta su planilla y dice:
- Bueno, te has ganado el Paraíso. Te corresponden estas túnicas de seda con hilo de oro y esta vara de oro con incrustaciones de rubíes. Puedes pasar.
- Gracias, gracias... dice el taxista.

Pasan dos personas más y luego le toca el turno al otro Joaquín, quien había presenciado la entrada de su paisano.

- ¿Tu nombre?
- Joaquín Gonzalez.
- ¿El sacerdote, verdad?
- Sí.
- Muy bien hijo mío. Te has ganado el paraíso. Te corresponde esta bata de poliéster y esta vara de plástico.

El sacerdote, muy sorprendido, le dice:

- Perdón, no es por presumir pero, debe haber un error. ¡Yo soy Joaquín González, el sacerdote!
- Sí hijo mío, te has ganados el paraíso, te corresponde la bata de..
- No, no puede ser! Yo conozco al otro señor, era un taxista, vivía en mi pueblo y, ¡era un desastre como taxista! Se subía a las aceras, chocaba todos los días, una vez se estrelló contra una casa, conducía muy mal, tiraba los postes de alumbrado, se llevaba todo por delante. ¡Y yo me pasé cincuenta años de mi vida predicando todos los domingos en la parroquia! Cómo puede ser que a él le toque una túnica con hilo de oro y vara de platino y a mi esto? ¡Debe haber un error!

- No, no es ningún error - dice San Pedro. Lo que pasa es que aquí en el cielo ha llegado la globalización con sus nuevos enfoques administrativos. Nosotros ya no hacemos las evaluaciones como antes.

- ¿Cómo? No entiendo. . .

- Mira, ahora nos manejamos por objetivos y resultados. Te voy a explicar tu caso y lo entenderás enseguida: Durante los últimos cincuenta años, cada vez que tú predicabas, la gente se dormía; pero cada vez que el taxista conducía la gente rezaba y se acordaba de Dios.
Entonces, ¿quién vendía más nuestros servicios?...
Nos interesan los resultados hijo mío. ¡¡Re-sul-ta-dos!!

jueves, 18 de junio de 2009

Tecnología con arte

Fontanna Bellagio

lunes, 15 de junio de 2009

Bloggers que van en cana

El mapa del delito virtual
Por Javier Aguirre
Ningún político al que subliminalmente enfocan durante los partidos lo planteó como herramienta de campaña, pero el mapa del título puede armarse a partir de las noticias. Mientras algunos artistas salen con los tapones de punta a pedir control sobre las descargas, otros se niegan a que el download sea tipificado como delito.
La noción de “combatir la piratería” empieza a ponerse ridículamente pesada a partir de que un fan de los Guns’n’Roses va a... ¡ir preso! por haber subido música de la banda a Internet. O sea, los artistas meten presos a sus fans. ¿Axl Rose es un legalista insensible, o un deliberado garca y botonazo? Cuidado a la hora de elegir a tu ídolo: nunca se sabe si el artista que te tatuaste en el hombro y cuya cara ilustra el poster que tenés en tu pieza algún día puede mandarte en cana.
¿Aparecerá algún veterano rocker pidiendo pena de muerte para quien cargue o descargue una canción?

No todos los artistas, felizmente, son tan buchones. Algunos músicos –acaso entre bohemios y permisivos– defienden el derecho a descargar música de la Internet.
Mientras tanto, la Justicia falla. Y cuidado: sienta jurisprudencia.
Mañana podrían querer cobrar un canon cada vez que encendamos la PC.
Las persecuciones y restricciones que intentan llevar adelante con la invención del copyright, es un cercenamiento a las libertades.

Metallica o Guns’n’Roses patalean por el dinero que pierden por las descargas, al mismo tiempo que miles de artistas del under suben con entusiasmo sus canciones a la web esperando que la descarga a mansalva les otorgue difusión, popularidad, y quizá, beneficios a futuro.

Fuente: El mapa del delito virtual

sábado, 13 de junio de 2009

Otro argumento menos p'al gorilaje

Autorizaron la salida de la isla de la médica Hilda Molina, reclamada hace años por la Cancillería. Llegará “de visita” a Buenos Aires en las primeras horas de mañana. “Conseguimos cerrar otro capítulo”, dijo el ministro Taiana.

Luego de años de tironeos y de gestiones diplomáticas más o menos felices, el gobierno de Cuba le otorgó la visa a la médica Hilda Molina para que pueda viajar a la Argentina a visitar a su familia. Con sus papeles en regla, Molina se subirá esta tarde a un vuelo de Copa Airlines en La Habana y aterrizará mañana a las 6 en Ezeiza. Tiene planeado ir derecho a ver a su madre, Hilda Torejón, de 90 años, quien se encuentra internada. La neurocirujana dijo sentir una “mezcla de alegría y tristeza”: por un lado, por la decisión del gobierno de Raúl Castro y, por el otro, porque el motivo del viaje sea el agravamiento de la salud de su madre. Aclaró que lo suyo será sólo una visita y que desea volver a Cuba “lo más pronto posible”. La presidenta Cristina Kirchner puso de relieve el paso dado por la isla. “El gobierno cubano merece un reconocimiento especial, su presidente Raúl Castro y también de su ex presidente, el comandante Fidel Castro: es un gesto que valoramos”, subrayó.
De manera inusual, fue la propia Presidenta quien se encargó de dar a conocer la noticia. A la mañana la comunicaron por teléfono con la sala de periodistas de la Casa Rosada y puso al tanto a los cronistas acreditados. “Quiero comunicarles esta muy buena noticia”, arrancó Cristina Kirchner. “La doctora Molina se encuentra en la embajada de Argentina en Cuba, cumpliendo los trámites de visa con su pasaporte en mano y con la autorización correspondiente para salir de Cuba con destino a Argentina”.

Fuente: El guiño cubano

jueves, 11 de junio de 2009

Burocracia argentina

Documentos, por favor

Escuché a un tipo ufanándose ante sus compañeros de haber conseguido el pasaporte en 48 horas pagando 700 pesos.

Primero sentí lástima por nuestro país, que mostraba en esa estúpida conversación otra de sus facetas cretinas: la corrupción de funcionarios, el curro de alguna división de la Policía Federal que nos impide contar con documentos de identidad eficaces y baratos, y además velozmente.

Cualquiera que vive en provincias sabe que, con paciencia y suerte, en la delegación local de la Federal le informarán que un pasaporte tarda de dos a cuatro meses. Y debe pagar un montón de dinero, además de un correo privado obligatorio.

Conseguir cualquier tipo de documento de identidad en la Argentina condena a realizar trámites infames y antirracionales. Debemos ser el único país del mundo en el que es necesario esperar meses –MESES, insólitamente– para tener un documento, y eso después de haber pagado precios exorbitantes. Que ni siquiera son informados en la página web de la Policía Federal, organismo que no se entiende por qué, mantiene este arbitrario monopolio, que además de ineficiente es sospechoso.

En casi todos los países del mundo los pasaportes están a cargo de las cancillerías, en ningún caso el costo en dólares es tan elevado como acá y las entregas se hacen en menos de una semana.

No hay dudas de que se trata de un negocio espurio.

Y sucede lo mismo, desde luego, con ese absurdo y arcaico cuadernito llamado DNI. Que debe ser, el documento más fácil de falsificar del planeta.

Claro que esto no es tema de campaña electoral. Ni el Gobierno muestra el menor interés en corregir esta tara de la democracia, ni tampoco la oposición.

Por eso desde hace años los DNI son causa de ilícitos encubiertos, de reclamos de empresas contra el Estado y de fortunas inexplicables de funcionarios. En el largo sainete de intereses, impericias, mentiras, anuncios y contramarchas acerca de nuevos sistemas que nunca se concretaron han sido mencionados notables nombres propios, por lo menos Siemens, Manzano, IBM, Ciccone, Corach, Gostanian y algunos más.

Sería bueno que en el circo electoral algún candidato/a recogiera este guante en serio, y se comprometiera a corregir esta obvia rémora de la dictadura.

miércoles, 10 de junio de 2009

Nuevas candidatas

¡¡¡VOTE BIEN!!!
Algunas ventajas son:

No ocultan nada.
Concurren a su lugar de trabajo todos los días.
Tienen y hacen propuestas.
Ponen el pecho en la adversidad y en la buenaventuranza.
Besan y abrazan no solo en elecciones.


Si bien se dice que "una imagen vale más que mil palabras", aquí van tres imágenes en reemplazo de tres mil palabras.

viernes, 5 de junio de 2009

La corrupción policial

Una investigación que desmenuza la trama ilegal de la Bonaerense.

Alejandra Vallespir tiene ese tono que adquieren los teóricos que han aprendido a embarrarse. Tras indagar en casos testigo que van desde la década del setenta a la crisis terminal de la institución, lanzó su libro La policía que supimos conseguir, editado por Planeta, en el que describe el modus operandi de “la corporación”. “La corrupción policial es un mal endémico”, y además alienta un cambio advirtiendo: “Se puede sanear la institución, pero es necesario que terminen los negocios de la política con la policía”.

–¿Cuál es la pregunta que atraviesa el libro?
–Mi investigación se centró en cómo se conformó lo que denomino la “policía corporativa” a lo largo la historia. No es mágico que esta institución policial termine siendo lo que hoy conocemos. Uno de los ejes es que la misma estructura que se utiliza para combatir el delito se utiliza para cometerlo. En el libro, lo que se prueba a través de varios casos es que los de Robos y Hurtos roban y hurtan, los de Narcotráfico narcotrafican, los de Sustracción de Automotores sustraen automotores y los de Defraudaciones y Estafas defraudan y estafan. Las comisarías de barrio se dedican a la línea de ilegalidades barriales, quinieleros, venta minorista de drogas, prostitución.
–¿Qué lugar ocupa el narcotráfico en la corporación?
–En el año ‘94 surgió la segmentación de grandes zonas del conurbano como General Sarmiento, que se dividió en José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel. Lo mismo ocurrió con Morón y con Esteban Echeverría. La provincia no envió recursos a los punteros de esos nuevos partidos porque éstos quedaron en manos de sus dueños históricos. Entonces las autoridades de las nuevas zonas empezaron a hacer negocios con la policía a partir de la venta de droga. La droga, que en ese momento era un delito que relativamente se combatía, dejó de serlo y la policía comenzó a negociar con quienes la distribuían, porque tenían que aportar dinero al poder político. Como no estaban dispuestos a perder ingresos, salieron a buscarlos donde los había: así se asocian en la venta minorista.
–¿Cuál era el objetivo inicial de la investigación?
–Demostrar la hipótesis de que se utiliza la estructura legal para la ilegalidad y que a lo largo de la historia la policía incorpora la metodología de los grupos que combate. En los 60-70 incorporó el secuestro; a partir de la dictadura, la zona liberada, las desapariciones, los centros clandestinos de detención. En los ochenta incorpora la cocaína. Y en el ‘90, la corrupción política. Todo esto se ve como un caso de aplicación en el asesinato de Cabezas: la vinculación con las mafias locales, con el poder político, las drogas, el secuestro, el asesinato y la zona liberada.
–¿Cómo se transformó la zona liberada en una práctica común?
–Lo que incorpora la institución en su versión corporativa es el manejo en la clandestinidad. La Conadep registró tres formas para solicitar zona: un aviso de radio, estacionando por un momento frente a la comisaría del lugar, y la tercera es informándoselo al Departamento Central de Policía, con lo cual se demuestra que no es que había algunas comisarías involucradas, sino que había un acuerdo estratégico para cometer un plan. Se toma el modelo de la zona liberada para desaparecer, pero ahora para poder delinquir y generar rentabilidad en los nuevos negocios.
–¿Cómo se administra una comisaría?
–Un comisario que entrega una comisaría porque lo ascendieron, o porque lo trasladan a otra, entrega un libro sumario, el de causas, y lo que llama “la lista”. La lista es un detalle de qué civiles aportan por sus actividades ilegales a la corporación y cuánto cada uno. El nuevo comisario recibe la lista pero con precios rebajados, porque el que se va le cobró a cada uno de los que aportan un plus por hacerlo figurar en la lista con un monto menor de dinero que el que en realidad estaban entregando. Cuando una comisaría tiene acuerdos con desarmaderos de coches, por ejemplo, la División Sustracción Automotor tiene que estar enterada. Si Sustracción Automotor, que se hace cargo de las denuncias de autos robados, cierra un desarmadero es porque ignora la existencia del acuerdo. Si eso ocurre, la comisaría no puede quejarse de esto. Por eso el comisario, antes de permitir, manda al interesado a hablar de su parte a alguien encargado en Sustracción de Automotores para que lo autoricen.
–Usted hace una distinción entre lo que denomina corporación e institución. ¿Qué es lo que diferencia a estas dos formas de organización?
–No hay dos policías bonaerenses, de las cuales una salió buena y una mala, sino que hay una única institución que tiene una doble matriz. Por un lado, existe una inscripción a las normas institucionales y por el otro la inscripción a los pactos corporativos. Cuando la policía se sale de los marcos institucionales y se maneja en el terreno de los pactos corporativos, estamos ante la presencia del delito.
–¿Existen policías buenos y policías malos?
–Acá no se trata de casos individuales, se trata de una institución que está corrompida y que reproduce cuadros con la misma matriz de pensamiento. Algunos miembros de la fuerza que han sido reivindicados como héroes en otra instancia de su vida institucional integraron el pacto corporativo. El inspector Erra, que muere en el asalto al camión blindado en Aguas Argentinas, cuyo funeral con honores vimos todos por televisión, estuvo preso en la unidad 16, en el pabellón once, por secuestro extorsivo. Esto nos demuestra que la calidad de cada individuo que integra esa institución corrompida excede absolutamente los parámetros individuales. Alguien que puede comportarse como un héroe en un situación, como Erra, en otra instancia adhirió al pacto corporativo por la obligación que impone la propia institución corrompida.
–¿Cómo atraviesa a esta institución corrompida la pertenencia de clase de sus integrantes?
–Yo no puedo asociar corrupción a clase social bajo ningún punto de vista. Tiene que ver con la corrupción institucional que integra la fuerza. No se puede decir que (Pedro) Klodczyc fuera pobre. Y mucho menos los otros jefes de la corporación.
–Sin embargo, hay expertos en el tema que hablan de que uno de los grandes problemas de la policía son los bajos sueldos.
–Si bien el sueldo de un policía es el básico, lo que significa un ingreso bajo, de cualquier manera cobran una serie de extras, como por ejemplo cubrir los partidos en las canchas. Y por otro lado, existen muchos sectores sociales y trabajadores que cobra sueldos básicos, como los docentes, y no por eso salen a delinquir. Qué debería pensar entonces uno sobre lo que podrían hacer, para incrementar sus ingresos, quienes no tienen trabajo hace años. O los jubilados. Por otro lado, que cometa delito la fuerza policial es doblemente grave, porque cuando la fuerza de seguridad se vuelve delictiva, no queda a quién recurrir. El comisario Miguel Canelo ganaba un sueldo de 1800 pesos y fue uno de los que integraba la banda de la División Narcotráfico zona sur Quilmes, que fue desarmada porque negociaba con traficantes. Este personaje es quien se compró un yate de 55 mil dólares con su actividad ilegal.
–¿Cuál es la relación de la corporación ilegal con el poder?
–Se gesta a partir de la necesidad de los punteros políticos locales del Gran Buenos Aires de recaudar dinero que entonces se convierten en socios de la policía. La demostración más cabal de esto es la reforma trunca de Arslanian, que se trabó a nivel de los municipios porque los concejos deliberantes se negaron a que el Ministerio de Seguridad, que pretendía sanear la institución, trasladara a los comisarios de la zona.
–¿Cómo podemos calificar a la policía tras esa reforma trunca?
–Yo considero que a esta altura de los hechos podríamos decir que la corrupción policial es un mal endémico.
–¿Esto significa que no hay solución posible?
–La Policía Bonaerense aprendió de la experiencia que tuvo con Arslanian, y porque aprendió es que ahora ejerce la resistencia, moviendo todo lo que esté a su alcance para hacerlo temblar y que en algún momento termine derrumbado. Como ellos mismos dijeron en algún momento: “No vamos a soportar otro garantista”.
–¿Qué es lo que puede hacerce desde un ministerio que pertenece al mismo poder político que generó esta situación?
–Si un ministro quiere sanear la institución, puede hacerlo. Pero necesita que el gobernador le garantice que los dirigentes locales, ya sean los intendentes, los concejos deliberantes, los punteros barriales, terminen sus negocios con la policía. Es parte del saneamiento institucional que necesita el país.

Aclaración: Este texto corresponde al año 2002, pero salvo algunos nombres, la situación no ha cambiado.

Fuente:
“La corrupción policial es un mal endémico”

Textos relacionados:
Piazza, los chorros y el periodismo

jueves, 4 de junio de 2009

Nosotros hacemos



Este video, que encontramos en Votamos positivo, apenas si lo vimos en TV.
¿Cuantas veces lo pasaron?

¿"Que te pasha, Kirchner"?

Es un desperdicio si no se ve lo suficiente.
Al colo se lo ve hasta el hartazgo, y esto no.
¿Quien le maneja la campaña a los K? ¿Cleto Cobos?

¿No estaría bueno ver y escuchar a Ignacio Copani?
Acá va uno de sus últimos temas.



¿Notaron que Copani JAMÁS reclamo los derechos de autor ni CENSURÓ la publicación de sus videos?
¡Es para tenerlo muy en cuenta!.

lunes, 1 de junio de 2009

Torres gemelas - Censura

Publicidad censurada por el gobierno de USA.