martes, 8 de enero de 2013

La Fragata y la Libertad es de todos

Por: Eduardo Román DI COLA*

Si nos plantamos contra el Alca, están a favor de USA;
Cuando ofrecemos pagar con quita a los bonistas, se solidarizan con los acreedores;
Si discutimos con nuestros amigos uruguayos por las pasteras, tienen razón los orientales;
Si nacionalizamos YPF, apoyan a los españoles;
Se solidarizaron con las multinacionales cuando Néstor Kirchner congeló las tarifas de servicios públicos al comienzo de su mandato;
Si hay un conflicto con Estados Unidos por la incautación de material militar no autorizado, tiene razón “la Embajada”;
Si tenemos diferencias con Chile por alguna extradición, se ponen de parte de los hermanos trasandinos;
Frente a diferencias comerciales con China se alegran cuando nos presionan;
La estatización de las AFJP, fue un pésimo mensaje a los inversores extranjeros;
Si publicitamos nuestra participación olímpica desde el territorio argentino austral irredento, se ponen del lado de los kelpers;
Se alegran cuando irrespetuosamente el FMI nos amenaza;
Si para defender nuestra industria nacional tenemos diferencias con la fuerte corporación industrial de Brasil, nos acusan de dinamitar el Mercosur;
Cuando estatizamos Aguas Argentinas, ¡¡pobre los franceses de Suez!!
Quieren que le paguemos al Club de París como sea;

Cuando en consonancia con la actitud de otros países defendemos nuestro mercado interno, se “preocupan” afirmando que violamos las normas de la OMC.
Seguramente como argentinos no siempre tendremos la razón.
Pero no es posible que nunca la tengamos. No es posible que la razón la tengan siempre “los otros”.
Ahora se ilusionaron con el embargo de la fragata. Fue una de las consignas de la movilización del 8N.
Se aferraron malintencionadamente de los dichos de la Presidenta.

A partir de lo que ella en un sentido metafórico había afirmado: “se podrán quedar con la Fragata, pero nunca con nuestra Libertad”, haciendo una interpretación retorcida tomaron el tema como bandera y lo utilizaron como slogan en la movilización del 8N.
Así se cantaron consignas y flamearon banderas que decían:

“YEGUA, LA FRAGATA ES NUESTRA, NO TUYA”

“QUEREMOS LA FRAGATA YA”

“QUEREMOS LA LIBERTAD Y LA FRAGATA”

Indudablemente tenían la indisimulada esperanza que perderíamos la fragata. No les importaba si teníamos razón o no. Ni se lo plantearon.
Criticando al gobierno y a Cristina daban argumentos que terminaban siendo una justificación de razonabilidad en favor de la actitud de los fondos buitre.
De la noche a la mañana se convirtieron en “Ghanólogos”. Con admirable “suficiencia” y haciendo gala de profundos “conocimientos” opinaban sobre las bondades de la república de Ghana y la calidad de su sistema judicial. Habían descubierto un nuevo espejo donde los argentinos debíamos mirarnos. Ya no era un país de la Eurozona, o del norte de América, o del Asia desarrollada. Era un país Africano al que descubrían y que empezaban a envidiar.
La historia volvía a repetirse, la de los sectores que sistemáticamente consideran que cualquier cosa de afuera es mejor que lo nuestro.

El tiempo; el escaso tiempo transcurrido desde el 8N ya está mostrando el fracaso del núcleo duro que lo promovió. Está poniendo en evidencia las mezquindades de sus ideólogos.
Señores del 8N que estaban tan preocupados por nuestra Fragata, tenemos la oportunidad más maravillosa para festejar.
¡¡TODOS!!, ¡¡TODOS!!, ¡¡TODOS!!
Con la misma convicción de aquel 8N, a recibir nuestra Fragata cuando como símbolo de soberanía y libertad de un país digno, haga su ingreso victorioso a suelo Argentino.

¡¡¡Viva la Patria!!!

*Diputado Nacional (MC)

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