Por J.M.Pasquini Durán
Para quienes aspiran a organizar un régimen parlamentario en lugar del presidencialismo vigente, los trámites en el Congreso demoran mucho más de lo que esperaban. Esta semana ni siquiera lograron anular el aumento de las tarifas de gas, que los aparatos del Estado explicaron mal y publicitaron peor, en el contexto de una opinión pública irritada. En los próximos días tendría que llegar la definición sobre las casi dos mil facultades delegadas, además de sobre los “superpoderes” y, si se cancelan, la Mesa de Enlace campestre espera librarse de las retenciones a la exportación. Será el momento que espera Hugo Biolcati, cacique de la Sociedad Rural, para proclamar sus propios superpoderes.
Mientras tanto, con sus muchachos se dedica a lisonjear a diputados y senadores, exhortándolos a derrotar al kirchnerismo y sus aliados. “Los vencimos en la calle y en las urnas, ahora también en el Congreso”, se ufanan mientras se pavonean frente a las cámaras de televisión. Varios de sus interlocutores, representantes elegidos en las urnas, han comenzado a vacilar debido a que los rurales se fueron de boca, sin guardar ni las formas, y dejaron en claro para los buenos entendedores que la política debería estar subordinada a las corporaciones empresarias.
Fuente: Escándalos
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