Maradona en fútbol es Kirchner en política.
Están los que ven a Maradona como lo menos previsible que pueda haber en el planeta, entonces ser opositor institucionalista es estar contra Maradona. La Presidenta llamó para solidarizarse con el 10 y entonces ser maradoniano es ser kirchnerista.
En medio de todo el terremoto de la Selección, el 10 apareció junto a Chávez cuando el venezolano anunció que rompía relaciones con Colombia y que, a partir de las provocaciones de Alvaro Uribe, había peligro real de un conflicto armado. El Diego estaba allí, en Venezuela, en la televisión, justo al lado de Chávez, justo en el epicentro del huracán. Grande el Diego, siempre en el área. Y Chávez es otro irredento de lo políticamente correcto.
En el planeta, todo el mundo estaba atento a Venezuela y Chávez. Y allí estaba Maradona. Volvió al día siguiente a la Argentina y más pasto para las agencias de noticias cuando mandó por el caño a Grondona y a Bilardo. Maradona tiene argumentos, pero la mayoría no se fija en ellos sino en los modales. Es como el refrán del Mayo Francés: “Cuando el dedo señala a la luna, todo el mundo mira el dedo”.
Le lloverán críticas por aparecer junto a Chávez, pero lo real era que el venezolano estaba respondiendo a una provocación de su colega de Colombia. En todas las supuestas pruebas que presentó Uribe a la OEA, los delegados de los gobiernos latinoamericanos no encontraron una que demostrara que existen fuerzas guerrilleras en territorio venezolano con respaldo de Chávez. Maradona estaba en el lado correcto. Lo peligroso hubiera sido al revés, que estuviera con Uribe poniendo a la región al borde de una guerra.
Le podrán criticar que aparezca junto a Chávez, pero es difícil que alguna vez critiquen a Maradona por hacer lo mismo con la Sociedad Rural.
El acto del lunes, con la oposición reunida en la Rural, puso de manifiesto que fuera de ese contexto aparecen con una desnudez impúdica. La Sociedad Rural no representa a ningún sector postergado. Se trata de una corporación que ha representado históricamente a uno de los sectores más reaccionarios del poder económico y, por lo tanto, esa foto quedará como una expresión de la época y deslegitimará frente a la historia la propuesta que haya surgido de ese contexto.
A muchos les parece natural acusar a Maradona por aparecer en la foto junto a Chávez. Pero esa otra foto que refleja subordinación a una corporación elitista y conservadora, a otros muchos les pareció de lo más normal.
Más allá de los viejos conservadores de la década infame, pocas veces en la historia hubo políticos que se atrevieran a exponerse así. Estaban discutiendo sus propuestas para el campo en la casa de los terratenientes y haciendo esfuerzos por complacerlos. Se expusieron en la vidriera con la etiqueta a la vista. El mensaje es que van a defender los intereses de los grandes productores del campo.
En otras épocas, a los políticos les hubiera dado vergüenza asistir; y la Sociedad Rural no se hubiera arriesgado a invitarlos.
La Sociedad Rural, con Hugo Biolcati, se ha convertido en el gran protagonista de la oposición.
Fuente: Casi mitos
sábado, 31 de julio de 2010
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